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Las subidas de cotizaciones y el empleo impulsarán un 6,5% los ingresos de la Seguridad Social en 2025

La Seguridad Social prepara los cambios normativos para el próximo curso, así como su presupuesto de ingresos y gastos estimado para el próximo año. La llegada de 2025 traerá consigo la actualización de las bases de cotización de los trabajadores, así como la creación de las nuevas cuotas adoptadas en la última reforma de pensiones para nutrir al sistema. La cartera que dirige Elma Saiz estima que el volumen de ingresos por cotizaciones sociales en 2025 supere los 177.300 millones de euros, un 6,5% más que los 166.400 millones previstos en la liquidación esperada para 2024. Los ingresos generados a través de la población trabajadora y las empresas alcanzarán el equivalente al 10,6% del PIB.

La cifra estimada por la cartera de las pensiones incluye la evolución de la economía, con mejoras en el mercado laboral y en los salarios que derivan en mayores ingresos coyunturales, así como las ‘palancas’ que el Gobierno continúa activando para tratar de aplacar el impacto financiero durante las próximas décadas, tal y como detalla la memoria económica de la orden que desarrolla las normas legales de cotización, de desempleo, protección por cese de actividad, Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y Formación Profesional en 2025.

El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) es una sobrecotización que aumenta cada año pero que no repercute en una mejora de la pensión. Esta cuota, al aplicarse sobre todas las nóminas del sector público y privado –excepto los autónomos-, destaca como la mayor mejora recaudatoria. Se estima que el MEI genere 4.403 millones el próximo curso, aumentando en 690 millones respecto al 2024 debido principalmente al aumento del tipo de cotización, que pasa del 0,7% al 0,8%, explica el texto.

Como novedad, el año que viene comienza a aplicarse la cuota de solidaridad sobre el tramo salarial que supera la base máxima prevista. El Gobierno calcula que los salarios que superen los 58.914 euros anuales aportarán otros 400 millones de euros por el inicio de esta aplicación de esta cuota adicional sobre las rentas altas que, como ocurre en el caso del MEI, no genera un mayor derecho a pensión. Cruzando datos con la Agencia Tributaria, más de un millón de nóminas afrontan el pago de esta cuota.

Además, el Gobierno recoge la previsión de ingresos por otras medidas como el incremento progresivo de las bases máximas de cotización o el sistema de cotización por ingresos reales de los trabajadores autónomos, que reportarán casi 1.000 millones, el triple que hace un año. El denominado ‘destope’ hace que las bases máximas suban 1,2 puntos más que el índice de referencia de los precios, el IPC. Junto ello, la subida progresiva de las bases de cotización y las nuevas cuotas de los trabajadores por cuenta propia reforzará el sistema.

La subida de la base mínima de cotización depende de la mejora del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Así, la Seguridad Social aún contempla una base mínima de 1.323 euros mensuales en 12 pagas (15.876 euros anuales) a expensas de lo que ocurra con la mejora del SMI que prepara el Ministerio de Trabajo. La base mínima sirve, a su vez, como referencia para la cotización de los mayores de 52 años que cobran el subsidio por desempleo: el Estado ‘rellena’ el 125% de la base mínima establecida en beneficio del parado.

Debido a la subida del MEI, el tipo de cotización por contingencias comunes quedará en el 28,3% del salario bruto. De ello, el tipo se reparte entre la empresa (23,6%) y el trabajador (4,7%). Este tipo se aplica con carácter general para las horas pactadas, ordinarias y extraordinaria. Por su parte, las horas extra por fuerza mayor mantendrán una cotización del 14%, el 12% a cargo de la empresa y el 2% a cargo del empleado.

Unos ingresos insuficientes

La bola de nieve del gasto en pensiones es inercial. El efecto sustitución provoca que las prestaciones que empieza a pagar la Seguridad Social son más altas que las que salen y, por mero efecto demográfico, hay cada vez más personas cobrando una pensión.

El experto de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Miguel Ángel García Díaz, estima que el gasto en pensiones en 2025 aumentará en torno a 11.000 millones de euros, el 0,7% del PIB más, por el efecto de la revalorización y de los nuevos pensionistas. El desembolso anual de la Seguridad Social rondará los 217.000 millones, el equivalente al 13% del PIB tras aumentar 0,2 puntos sobre 2024.

El Ejecutivo estima que la revalorización costará casi 5.800 millones sin incluir las prestaciones no contributivas y las Clases Pasivas; por su parte, Fedea añade que el número de pensionistas y el efecto sustitución de las pensiones más altas que entran al sistema impulsará el gasto en más de 4.700 millones.

En comparativa, los ingresos contributivos quedarán lejos. Está prevista una nueva transferencia récord del Estado para garantizar la sostenibilidad del sistema y hacer frente a una serie de prestaciones no contributivas, tal y como recomienda el Pacto de Toledo. En 2024, el esfuerzo adicional del Estado ya superó los 43.000 millones a través de créditos a coste cero del Tesoro.

El Gobierno, además, baraja ampliar las transferencias que recibe la Seguridad Social: esta inyección se realiza a través de una partida presupuestaria que acerca al sistema español a otros sistemas de referencia como Francia y Alemania, donde el Estado financia el 33% y el 25% del gasto en pensiones, respectivamente.

Fuente Original: El Economista

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