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Las empresas pagarán 9.000 millones extra en cotizaciones tras la reforma de pensiones

La última reforma de pensiones centra sus esfuerzos en buscar la sostenibilidad a través de mayores ingresos, en vez de recortar el gasto como en cambios legislativos previos. Este aspecto, las cotizaciones sociales, es objeto de estudio y análisis de la patronal CEOE y su think tank económico, el Instituto de Estudios Económicos (IEE), que calcula para este medio que el alza de cuotas a cargo del empleador será de 9.000 millones de la actualidad, el 0,7% del PIB, una vez desplegadas todas las medidas. En la actualidad, el nivel de aportación sobre el PIB de la empresa española ya roza el de las francesas, que entre los grandes del euro son las campeonas.

De las cuatro grandes economías del euro, el tejido empresarial español ocupa el segundo puesto en la comparativa de aportaciones a la Seguridad Social sobre el PIB. Las firmas alemanas aportan en cotizaciones en torno al 7% del conjunto de su economía, y las francesas superan ligeramente a las españolas con un nivel del orden del 10%. 

Según los últimos de Eurostat datos disponibles, correspondientes al ejercicio de 2021 y publicados a año vencido, la cuantía que aportan las empresas españolas ha crecido 1,6 puntos del PIB en una década, mientras Francia la ha rebajado 1 punto, Alemania la ha incrementado en menor medida, 0,7 puntos, e Italia la ha mantenido estable (+0,2) sobre su PIB.

Punto de desencuentro 

Durante las negociaciones, las cotizaciones han sido un punto de desencuentro y una línea roja explícita marcada por los empresarios en el seno del diálogo social. Tanto se tensó la cuerda por la orientación de la reforma hacia más ingresos que, de hecho, CEOE y Cepyme no llegaron a plasmar su firma en el papel. A ese rechazo se sumó la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), también ligada a la patronal. 

«El sostenimiento del sistema se hace recaer en los trabajadores y en las empresas» mediante una «subida generalizada de cotizaciones que mermará los salarios» e «incrementará los costes laborales poniendo en peligro la creación de empleo», sostenían.

Ahora los cálculos de la patronal también se apoyan en previsiones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) o la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) para cuantificar lo que supondrá en términos de costes laborales esta reciente reforma de pensiones. 

Además del incremento de los costes laborales, una de las reflexiones que ponen sobre la mesa los empresarios está directamente relacionada con el salario limpio –después de las retenciones aplicadas sobre la renta a través del IRPF y el incremento de 5,6 puntos del tipo efectivo de las propias cuotas–. El IEE menciona una caída del 2% del sueldo neto. 

Desde la patronal de la pequeña y mediana empresa, Cepyme, aclaran que ha habido un incremento notable en el coste de contratación de un empleado a tiempo completo que, si bien se produce antes de las nuevas subidas, su servicio de estudios recuerda que el 65% del empleo generado es en la pyme. El Mecanismo de Equidad, explican, se activa sobre todas las nóminas y el alza progresiva de las bases mínimas también afecta a las empresas de menor tamaño.

Así suben las cotizaciones 

Nuevo MEI

El Mecanismo de Equidad Intergeneracional grava un 0,6% a todos los salarios, y subirá al menos al 1,2% en 2029. Incluye una cláusula de escape que podría elevar ese porcentaje y mejora la pensión.

‘Cuota de solidaridad’

Cotización que se aplicará sobre el tramo salarial que supere la base máxima prevista. Se divide en tres tramos, comenzará gravando el 1% y terminará en el 7% para los sueldos más elevados. No mejora la base reguladora que calcula la pensión. 

Destope de las bases máximas

Incremento progresivo del límite superior de cotización. Actualmente, alcanza a salarios de 54.000 euros, pero ese tope subirá un 38% más la variación de los precios hasta mitad de siglo. 

La ‘cuña’ fiscal 

Este análisis también se centra a nivel de economías desarrolladas, fuera de la Unión Europea. Según se desprende de los datos de la comparativa internacional, la diferencia entre España y la media de las economías desarrolladas son las cotizaciones a cargo de las empresas. 

En España, el porcentaje del salario que asume la empresa es de 23 puntos. Mientras, en la OCDE son 13,4 puntos. Así, sin embargo, son las cotizaciones a cargo del trabajador (4,9 puntos, frente a 8,2 puntos) y el impuesto sobre la renta (11,6 puntos, frente a 13 puntos) donde la carga es menor en España. 

Otra forma de interpretar los datos sobre España es la de que los trabajadores nacionales dedican casi cuatro de cada diez euros generados a pagar impuestos, ya que la suma de las cotizaciones y el IRPF es del 39,5%.

Fuente Original: El Economista

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