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La subida del SMI de 2019 disparó hasta un 20,4% el riesgo de perder el empleo

La subida del Salario Mínimo Interprofesional para 2023 que el Gobierno ha acordado con los sindicatos completará un incremento acumulado de alrededor del 47% desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa. Pero la mayor parte de este incremento se hizo en un solo movimiento, en 2019, cuando el indicador escaló de los 735 euros mensuales 8en 14 pagas) hasta los 900 euros. Un repunte del 22,3% que, según concluye un nuevo estudio, elevó sustancialmente la probabilidad de perder su empleo entre sus propios beneficiarios.

La literatura académica no logra ponerse de acuerdo sobre el impacto de una subida del salario mínimo en el empleo. La heterogeneidad de los mercados laborales, los sectores productivos hacen que las subidas de los salarios repercutan, además de en el incremento en sí de las nóminas, en la productividad, los márgenes de las empresas y la demanda, lo cual complica sustancialmente este análisis. 

Además, en el caso español las subidas no han sido tradicionalmente tan pronunciadas –de hecho entre 2010 y 2017 estuvo prácticamente congelado– ni han tenido tanto alcance en número de afectados como para que los modelos de análisis econométricos arrojen conclusiones claras.

Por ello lo ocurrido en 2019 suscita tanto interés entre los críticos y los defensores de los beneficios de elevar el SMI: es la mayor subida de la historia, de 165 euros y, por lo tanto, el mejor terreno para analizar los efectos de unas decisiones que en nuestro país responden a criterios políticos. 

Y es que, aunque aquella vez sí contó con el respaldo de patronal y sindicatos, la decisión no se justificó por criterios económicos, sino por poder dar un gran salto para llegar al objetivo de elevar el SMI al 60% del salario medio a cierre de la actual legislatura

Incluso tras el desembarco de Unidas Podemos en el Gobierno y la llegada de Yolanda Díaz al Ministerio de Trabajo, la de 2019 ha sido la subida más reivindicada y criticada no solo desde ambos políticos, sino también académicos que intentan determinar si tuvo o no efecto en el empleo de aquellos cuyas condiciones buscaba mejorar. 

Y es que, la subida puso a España a la cabeza de la UE en incrementos del SMI entre las grandes economías europeas que tienen esta figura. Aunque nuestro país tiene actualmente el séptimo SMI más alto de la UE en euros –aunque sin tener en cuenta las diferencias de coste de la vida en cada país–, dentro del grupo de los grandes países europeos es el que más lo ha incrementado respecto al nivel que registraba en 2018. Superando incluso a Alemania.

Estudios tan diferentes como el publicado por el Banco de España en 2021 o el más reciente, elaborado por un equipo de la Fundación Iseak liderado por Sara Rica (ex integrante de la Comisión de expertos que asesora al Gobierno en la elaboración de la hoja de ruta para diseñar la subida) por encargo del propio Ministerio de Trabajo, coinciden en señalar la existencia de ese impacto. 

Un impacto discutido

El organismo que dirige Pablo Hernández de Cos estima que la subida restó entre 0,6 y 1,1 puntos porcentuales a la creación de empleo ese año, es decir, hasta 180.000 personas, con especial incidencia entre los jóvenes y los mayores de 45 años. Por su parte, el documento de Iseak haba de un aumento en la pérdida de empleo del colectivo afectado de 1,92 puntos porcentuales en noviembre de 2019.

Ahora, un estudio publicado por el Instituto de Análisis Económico y Social de la Universidad de Alcalá de Henares analiza el impacto centrándose en la probabilidad de pérdida de empleo de los trabajadores. 

Su autor, Pablo Fernández-Baldor Laporta, estima que dicho riesgo se incrementó de media entre un 7% y un 9% para los trabajadores cuyos sueldos están por debajo del SMI. 

Este mayor riesgo responde a una «elasticidad del empleo» ante el SMI que, en el caso español, es muy superior a la estimada por otros análisis de la literatura científica económica. «No es de extrañar teniendo en cuenta la magnitud del incremento«, apunta Fernández-Baldor. 

Aunque también supera las estimaciones del Informe de Iseak, está en línea con la recogida por el análisis del Banco de España

Pero el impacto es aún mayor entre aquellos trabajadores con salarios más alejados del umbral del SMI, para los que la probabilidad de perder su empleo se dispara un 20,4%. Su ‘elasticidad’ laboral es el triple casi de la del resto de afectados por la subida del SMI

Como el resto de autores, Fernández-Baldor Laporta limita su análisis a 2019 y no a las siguientes subidas, aunque al aumentar el importe de la nómina afectada tambiénse eleva el número de trabajadores afectados y, con ello, su potencial efecto sobre el empleo. 

Pero recuerda que hay muchos otros elementos a tener en cuenta y que pueden determinar que el efecto de una subida del SMI sea diferente en unos y otros países. Algo que ya advierte la OCDE en su último informe sobre la cuestión, en el que señala a España como uno de los países que impone una mayor carga fiscal al SMI.

Fuente Original: El Economista

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