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El futuro de las pensiones corre peligro en España: la jubilación del baby boom solo acaba de empezar

El gasto en pensiones ya con mucha ventaja, la partida más grande de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El rápido envejecimiento de la población y unas pensiones que son cada vez más generosas en términos absolutos (los nuevos jubilados tienen pensiones más altas), y también en términos relativos (como porcentaje del PIB y de los PGE) están poniendo en duda su futura sostenibilidad si no se introducen cambios importantes. En 2023 se van a destinar más de 170.000 millones de euros de los PGE para pagar las pensiones, una cantidad que ha ido aumentando en los últimos años. Sin embargo, el incremento de 2023 ha sido histórico y da pistas de lo que está sucediendo en la demografía y española, pero sobre todo de lo que está por venir.

El fuerte incremento de este año de la partida para sufragar las pensiones ha llevado a que el gasto en pensiones haya sido elegido por Funcas como el dato del año. Las pensiones contributivas y no contributivas han alcanzado en 2023 los 170.800 millones de euros (alrededor del 12,7% del PIB), lo que supone 15.800 millones más que en 2022. No obstante, la avalancha de jubilaciones que se avecina dejará, probablemente, estos datos como un récord desfasado.

Las cifras actuales ya son esclarecedoras. «Este crecimiento ha sido el resultado, fundamentalmente, de la revalorización de las prestaciones en un 8,4%, conforme a la tasa de inflación del año anterior, unido a los factores habituales que todos los años impulsan el gasto al alza: el efecto sustitución –la pensión de los nuevos perceptores que entran en el sistema es mayor que la de los que salen- y el crecimiento del número de pensionistas», explica Mª Jesús Fernández, economista senior de Funcas.

Así, la pensión media se sitúa en 1.197 euros, frente a 1.094 hace un año. En particular, la pensión media de jubilación alcanza los 1.377 euros, 117 euros más. En cuanto al número de pensionistas, a noviembre de 2023 ascendía a 9145 millones, lo que supone un aumento de 109.000 con respecto a un año antes. El número de pensiones, por su parte, supera la barrera de los 10 millones.

La revalorización de las pensiones en 2024 conforme a la tasa de inflación será del 3,8%, lo que supondrá un incremento del gasto por este concepto de unos 6.500 millones, que se sumarán al incremento derivado de los demás factores (efecto sustitución e incremento del número de pensionistas). De este modo, el gasto total podría aumentar en unos 10.000 millones, hasta los 180.000 millones de euros. De este modo, mientras que se espera que el PIB de España apenas crezca un 2%, el gasto en pensiones podría incrementarse casi un 6%. El esfuerzo real y relativo para pagar las pensiones ha entrado en una suerte de subida libra que no parece tener freno. A modo de comparación, el gasto conjunto de las administraciones públicas en sanidad y educación ascendía, en 2021 (último ejercicio para el que se dispone de datos) a 144.000 millones de euros, señalan los expertos de Funcas.

El mayor incremento del gasto en pensiones

«Se trata del mayor incremento anual de la historia, que triplica el ritmo de crecimiento registrado a lo largo de los últimos 15 años», aseguran desde Funcas. Sin embargo, pese a lo llamativo del dato, tanto el incremento como el gasto total, lo peor aún podría estar por llegar. La vasta generación del baby boom en España solo acaba de empezar a jubilarse (aquí puede ver la pirámide poblacional de España, según la ONU), lo que supone un enorme reto para el sistema. No obstante, echando un vistazo a algunos países de alrededor, en los que la generación del baby boom lleva ya años jubilándose, se puede proyectar qué pasará con las pensiones en España.

Así, el sistema de pensiones español está entrando en una nueva fase en la que se pondrá a prueba su sostenibilidad. A ello, además, habría que sumar el creciente gasto en sanidad, producto del envejecimiento de la población.

Tal y como explicaban los economistas de CaixaBank Research en un documento que hacía referencia a la sostenibilidad de las pensiones en España, el sistema está dando inicio a una etapa histórica, que a la vez pondrá a prueba la resistencia del gasto público del país: «España se adentra en un momento histórico: las primeras hornadas de los baby boomers empiezan a jubilarse ya en 2023 y seguirán accediendo a la jubilación a lo largo de los próximos 17 años».

Teniendo en cuenta que en las próximas décadas la población de más de 66 años ganará peso y disminuirá la población en edad de trabajar, es de vital importancia evaluar el reto de sostenibilidad al que se enfrenta el sistema público de pensiones tras la última reforma (aumento progresivo de las bases máximas de cotización, establecimiento de una cuota de solidaridad…) añaden los expertos de CaixaBank Research.

Según las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística, entre 2023 y 2050 la población en edad de trabajar se reducirá en España en más de 800.000 personas, mientras que la población de más de 65 años aumentará en más de 6 millones. Con estos datos ya se puede intuir que el pago de las pensiones será un tanto complejo, puesto que habrá que realizar o recortes (poco probable ante la creciente influencia de los mayores de 65 años en la política nacional) o habrá que incrementar las cuotas a la Seguridad Social, los impuestos en general o una combinación de ambas. Otra opción sería sufragar este mayor gasto a través de deuda pública. Sin embargo, el elevado nivel de partida de deuda pública de España descarta casi por completamente esta opción.

La generación del baby boom se jubila

De este modo, en 2030, prácticamente 4 millones de baby boomers ya disfrutarán de su jubilación, cifra que superará los 11 millones en 2040. Al ser el sistema español de pensiones públicas un sistema de reparto en el que los cotizantes de hoy pagan las pensiones a los jubilados a cambio de recibir una pensión en el futuro en función de su contributividad presente, cabe preguntarse cómo afectará el aumento del peso relativo de la población mayor a la sostenibilidad del sistema. La generación del baby boom es mucho más grande que las siguientes, de modo que sostenerla requerirá esfuerzos adicionales.

El Banco de España ha realizado recientemente un informe en el que realiza una comparación a nivel europeo del gasto en pensiones, teniendo en cuenta varios factores, entre ellos que en España el factor demográfico sigue siendo relativamente positivo, puesto que la generación del baby boom nació más tarde y solo acaba de empezar a jubilarse. El grueso de esta generación sigue trabajando y aportando al sistema en este momento, pero su jubilación es un reto más que notable para el sistema de pensiones, puesto que son una generación muy grande en número, que hoy aporta con notoriedad al sistema con sus cotizaciones y quec cuando se jubile recibirán pensiones relativamente altas, gracias a los elevados salarios que perciben de media hoy en día.

¿Qué pasará cuando el baby boom esté jubilado?

Aunque es complicado saber con exactitud cómo evolucionará el sistema, las comparaciones con países de Europa pueden revelar cuánto estaría gastando España hoy en pensiones si esa generación se hubiera comenzado a jubilar antes. El gasto en España, pese al fuerte incremento de 2023, parece encontrarse hoy en la media con el resto de los países europeos, e incluso por debajo si la comparación se realiza con algunas economías del sur, como es el caso de Grecia, que gasta ya más de un 15% del PIB en pensiones. Sin embargo, el informe del BdE de 2023 ya advertía de que lo peor para España en términos de demografía está aún por llegar, mientras que en buena parte de Europa ya ha llegado el invierno demográfico o está en plena llegada.

«El factor demográfico en España es un 16,1% más pequeño que en Grecia. Ello indicaría que, manteniendo el resto de los factores constantes, la ratio de gasto en pensiones en España sería un 16,1% más grande si, en lugar de su factor demográfico, tuviera el factor demográfico de Grecia (en este ejemplo, el gasto en pensiones aumentaría desde el 12,7% hasta el 15% del PIB, manteniendo el resto de los factores constantes)», señala el informe del instituto monetario español.

Los economistas del BdE explican que el factor demográfico, que mide el grado de envejecimiento de la población, induce en España un menor gasto en pensiones con respecto a algunos países de nuestro entorno. «Por ejemplo, dicho factor reduce nuestro gasto en pensiones en torno a un 9,3%, un 12%, un 13,9% y un 19,5% con respecto a Francia, Alemania, Portugal e Italia, respectivamente», apostillan los economistas del Banco de España.

«Cabe destacar que las proyecciones de Eurostat (EUROPOP 2019) colocan a España como el país de la UE con el crecimiento más alto del factor demográfico entre 2019 y 2050 (desde el 29,5% hasta el 59,5%). Así, dicho factor superaría, de acuerdo con dichas proyecciones, al de Francia en 2037 y al de Alemania en 2039, y se reduciría la diferencia observada en 2019 con respecto a los de Portugal e Italia en un 25% y en un 67,7%, respectivamente, en 2050.

Un gasto en pensiones disparado

De este modo, bajo el factor demográfico proyectado en 2050 y manteniendo el resto de los factores constantes, España pasaría a ser el tercer país de la UE con el gasto en pensiones más alto (tras Grecia e Italia), frente al puesto séptimo que ocupaba en 2019.

Por otro lado, la tasa de beneficio (la prestación media sobre el salario medio) alcanza en España el tercer valor más alto de la UE. Esto demuestra que las pensiones españolas están entre las más generosas de los países desarrollados, lo que ha llevado a varios expertos y organismos a apostar por un recorte por el lado del gasto más que por un aumento de los ingresos (lo pagan los trabajadores). Sin embargo, todo hace prever que por el lado del gasto apenas se van a realizar modificaciones, al menos en el corto plazo.

La generosidad de las pensiones españolas es un 34,1% más alto que en Alemania o un 31,6% más elevado que en Francia. Únicamente dos países europeos (Grecia e Italia) registran una tasa de beneficio superior a la española: un 36,2% y un 16,4%, respectivamente. «Dichos países son, de hecho, los que presentan la mayor ratio de gasto en pensiones sobre el PIB en la UE», destaca el informe del BdE.

Por último, un dato que aliviaría en parte el gasto en pensiones respecto al resto de Europa es que España presenta un nivel de participación de los salarios en el PIB que se sitúa en la parte baja de la distribución de los países de la UE, lo que redundaría en un menor gasto en pensiones. Pese a todo, la incertidumbre del futuro económico de España hace que estas previsiones sean poco estables.

El gasto sobre PIB en pensiones y más reformas

«Se han realizado estimaciones muy distintas sobre el impacto de la reforma de las pensiones en el déficit de la Seguridad Social a largo plazo, tras aprobarse en marzo la segunda parte de dicha reforma… La AIReF estima que el gasto en pensiones contributivas aumentará en 2,8 p. p. entre 2022 y 2050 hasta el 14,8% del PIB por el elevado coste de la indexación de las pensiones a la inflación (+2,7 puntos porcentuales o p.p.), la derogación del factor de sostenibilidad (+0,8 p. p.) y las inercias de la demografía, mercado de trabajo, etc. (+0,4 p. p.), factores que se verán parcialmente contrarrestados por los ahorros de gasto (–1,2 p. p.), que provendrán principalmente (–0,8 p. p.) de la demora en la jubilación gracias a los nuevos incentivos monetarios», explican los expertos de CaixaBank Research. Unas previsiones que, quizá, pecan de optimistas.

No obstante, estos mismo expertos destacan que debido a la elevada incertidumbre que rodea a la evolución macroeconómica del país en los próximos 30 años, la reforma establece que la AIReF revisará su impacto cada tres años a partir de 2025 y establece que se tendrán que tomar medidas (por defecto, incrementos adicionales del Mecanismo de Equidad Intergeneracional, una cotización social extra que a partir de 2029 ya será del 1,2% sobre todos los salarios) si el gasto total en pensiones públicas en el promedio 2022-205015 supera un umbral que la AIReF situó, de forma preliminar en su evaluación de la reforma, en el 14,3% del PIB.

«De entrada, la AIReF prevé que se supere el límite de gasto, lo que comportaría medidas adicionales ya en 2025, al estimar que el gasto en pensiones en 2022-2050 en su escenario base sería del 15,1% del PIB y en el optimista, del 14,5% del PIB», aseguran los economistas de CaixaBank Research.

El Banco de España, por su parte, también ve muy probable que sean necesarias más medidas ya en el año 2025. En cambio, el Gobierno es más optimista y proyecta en el Programa de Estabilidad 2023-2026 publicado a finales de abril un gasto total en pensiones promedio del 14% del PIB en 2022-2050, lo que haría innecesaria la introducción de nuevas medidas.

«En definitiva, aunque no existen soluciones mágicas para afianzar la sostenibilidad de nuestro sistema de pensiones, se dispone de un margen de actuación considerable y la tarea será más sencilla si se materializa un escenario económico favorable. Para que así sea, será clave impulsar la productividad a través de reformas ligadas al NGEU y alumbrar una economía más verde y digital que permita alcanzar un crecimiento potencial dinámico y sostenido», aseguran los expertos de CaixaBank.

 

Fuente Original: El Economista

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