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Siete autonomías aplican un tipo máximo en el IRPF que iguala o supera el 50%

Casi la mitad de las comunidades autónomas aplican en 2024 tipos impositivos en el Impuesto sobre la Renta que igualan o superan el 50% en el tramo más alto de ese tributo de carácter directo. Unos porcentajes de esa cuantía ya son considerados por los expertos fiscalistas como de carácter prácticamente «confiscatorio». Los 50 puntos conceptuales, o en su caso los valores superiores a esa cifra, se obtienen como el resultado de sumar el gravamen que el Estado impone a escala nacional, como tipo máximo, y el diferencial propio que cada territorio decide para el tramo de ingresos de más alta cuantía.

La Comunidad Valenciana está a la cabeza, con un tipo agregado del 54%; le siguen Navarra y La Rioja con un 52% y un 51,5%, respectivamente. Cierran la lista el Principado de Asturias, las Islas Canarias, Cataluña y Aragón, con un tipo impositivo a las rentas altas del 50%.

Según los acuerdo establecidos en la OCDE, imposiciones superiores a los 52 puntos porcentuales suele considerarse en el límite de las exacciones confiscatorias y, desde la institución que engloba a las economías más desarrolladas del mundo, son numerosos los llamamientos a reducir este tipo de gravámenes.

Si se trasladan los datos a una comparativa con el entorno estrictamente europeo, España destaca como uno los países que más grava a las rentas altas en el Viejo Continente. Solamente se sitúan por encima desde este punto de vista, Dinamarca (55,9%), Francia (55,4%) y Austria (55%).

En la parte baja de la lista europea se encuentran Hungría (15%), Estonia (20%) y la República Checa (23%), que son los sistemas fiscales que tienen los tipos máximos más bajos, según los datos recogidos por Tax Foundation.

Por su parte, los países europeos que no forman parte de la OCDE suelen tener tipos más bajos y gravan la renta personal con una tasa única. Bulgaria y Rumania (10%) aplican la tasa más baja, seguidas de Moldavia (12%), Ucrania (19,5%) y Georgia (20%).

Lo que está claro es que, desde el punto de vista fiscal, se puede hablar perfectamente de «las dos Españas», especialmente en lo que concierne al tratamiento de los ciudadanos con rentas más elevadas.

Según los datos recogidos por elEconomista.es en un informe del Consejo General de Economistas, las CCAA que se encuentran por debajo del 50% son: Cantabria y el País Vasco (ambas están en el 49%); Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y la Región de Murcia (47%); Castilla y León (46%) y cierra el listado la Comunidad de Madrid, con el tramo más alto del Impuesto sobre la renta limitado al 45%, después de los sucesivos recortes aplicados por los Gobiernos regionales de la capital.

Pocos cambios

Durante el mandato del pacto del Botànic en la Comunidad Valenciana, el expresidente socialistas, Ximo Puig, realizó una deflactación de los tramos para ingresos inferiores a los 60.000 euros anuales. Esto, obviamente, no produjo efecto alguno para las rentas altas, ya que la Hacienda valenciana sigue siendo la que más castiga fiscalmente a este tipo de personas físicas en sus tramos de renta.

Por su parte, Cataluña siempre se ha caracterizado por sus altos impuestos. Por el momento, el nuevo president socialista, Salvador Illa, no ha anunciado ninguna modificación al respecto, ni siquiera a las propias de los niveles más bajos previstos en el IRPF. No en vano, su predecesor, Pere Aragonès, anunció bonificaciones fiscales para los hijos escolarizados.

Solo en zonas rurales

En el caso de Asturias y Canarias, se han aligerado las cargas del Impuesto sobre la Renta pero con alcance muy focalizado en las zonas rurales en riesgo de despoblación.

Una estrategia igualmente restringida la adoptó Aragón, cuando gobernaba el PSOE, para las áreas con problemas demográficos. Mucho más general es la reducción de medio punto en todos los tramos autonómicos del IRPF estableció Madrid. Además, desde la región capital, aprobaron a finales de 2023 que llevarían a cabo una deflactación del tramo autonómico del IRPF que tendrá un carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2022. Una medida que supone un 3,1% en todos los tramos de la tabla tributaria del IRPF en la capital.

Por otro lado, Galicia y Andalucía aplicaron una bajada del tipo máximo del 48,2 al 47%, que simplificó su estructura impositiva pasando de siete a cinco tramos.

Con todo, los expertos consideran a España un caso aparte en cuanto a la severidad con la que persigue a los denominados ricos. Nuestro país es de los pocos de la OCDE que todavía conserva el «ineficiente» Impuesto de Patrimonio, junto con Colombia y dos países europeos ajenos a la UE: Suiza y Noruega.

De hecho, nuestro país tiene el tipo más alto del mundo (3,5%). Aún así, este tipo de tributo solamente supuso el 0,51% del total recaudado en el pasado ejercicio fiscal, según los datos de Hacienda.

Fuente Original: El Economista

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