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Los autónomos duplicarán su cuota a la Seguridad Social tras la reforma de pensiones

El conjunto de la reforma de pensiones está siendo analizado con lupa por un amplio conjunto de expertos. Además de a los propios pensionistas, afecta a la población activa porque las cotizaciones subirán a través de varios mecanismos. A los autónomos se les aplica un nuevo sistema de cotización por ingresos reales que prevé equiparar su aportación a la de los asalariados. El impacto, una vez desplegado por completo el sistema en 2032, será de 9.000 millones más en cotizaciones. Por tanto, la cotización media será de 6.400 euros anuales para cada uno de los 3,1 millones de autónomos actuales que ahora abonan de media 3.500 euros a la Seguridad Social.

Es el cálculo que realiza Ángel de la Fuente, director general de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), en su último informe sobre la reforma de pensiones. En la actualidad, la cuota que abonan los asalariados -es decir, el Régimen General- es un 81% superior que la de los trabajadores por cuenta propia, que históricamente se han asentado en los tramos bajos y sufren, por consecuencia, pensiones más bajas. De hecho, los datos hasta 2021 explican una brecha en la pensión cercana al 60%: 1.141 euros de media para los trabajadores por cuenta ajena, frente a 716 euros de los autónomos. 

Con el nuevo sistema, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones introdujo dos grandes novedades. Primero, la posibilidad de adaptar la base de cotización hasta seis veces al año, es decir, que cada dos meses tienen la posibilidad elegir en qué tramo desean pagar su cuota según su previsión de ingresos netos. Y segundo, incluyen 15 tramos en total. Las nuevas tablas entraron en vigor este año y se actualizarán en 2026. Entonces, el Gobierno tendrá que negociar con los representantes de los autónomos hasta conseguir igualar, en términos de cotización media, el esfuerzo del asalariado y el autónomo.

«Como referencia, las cotizaciones totales del Reta rondan en la actualidad los 0,9 puntos de PIB. Por lo tanto, un incremento de 0,7 puntos en su cuantía totalsupondría una subida muy considerable de la presión fiscal sobre los autónomos que sería conflictiva y, por lo tanto, difícil de implementar, dado que las nuevas escalas de cotización están todavía por aprobar», explica Ángel de la Fuente en su informe.

Así, se prevé mejorar los ingresos del sistema procedentes del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta) 9.000 millones, pasando de 11.000 a 20.000 millones. 

La subida de cotizaciones de los autónomos se vería recompensada con una mejora de su prestación pública del 7,15% de media, según estima Fedea en el documento. En términos netos, la comparativa entre los mayores ingresos por cotizaciones y el mayor gasto en pensiones arrojaría una mejora del 0,35% del PIB anual (de media) hasta 2050, pero la subida de las pensiones del Régimen de los autónomos sería mayor que los ingresos extra de mitad de siglo en adelante. 

Jubilación demorada 

La jubilación demorada es, según las proyecciones del equipo de Seguridad Social,la mayor baza para reducir el gasto. El cóctel de atrasar el retiro y aprovechar la mano de obra tiene un doble efecto de mejora del PIB y recorte del desembolso de la caja de las pensiones.

Este ahorro, según la memoria de impacto económico que cita el think tanksería de 1,5-1,6 puntos del PIB. Esta mejora de la sostenibilidad de las cuentas se daría en el caso de que un considerable número de trabajadores decidieran alargar de forma voluntaria su jubilación, impulsados por la bonificación sobre la pensión inicial o una prima del 4% sobre su prestación. 

En el supuesto más optimista de que el 50% de autónomos y el 60% de asalariados retrasara 1,7 años su edad media de jubilación, el ahorro sería del 1,6%, según cita a la Seguridad Social. Actualmente, la jubilación demorada ronda el 5% y son los autónomos los que predominan

En conclusión, De la Fuente sugiere que la estimaciones del Gobierno «son enormemente optimistas y apuntan a un efecto neutro en 2050 que no ayudaría a compensar el fuerte incremento del gasto derivado de otros componentes de la reforma». A partir de ahí, cree que las medidas tendrán un ahorro neto «considerable» durante los primeros años de tensionamiento financiero por el retiro del baby boom, para revertir la situación por el incremento de las prestaciones. 

«No parece probable que el ahorro neto generado en la primera parte del período (medio punto de PIB en promedio entre 2022 y 2050) vaya a ser suficiente para evitar que el déficit del sistema de pensiones se dispare en las próximas décadas en ausencia de medidas adicionales», sentencia.

Fuente original: El Economista

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