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La reforma en Sociedades elevaría un 50% el tipo efectivo, hasta el 30%

La reforma planteada por PSOE y Sumar en el Impuesto de Sociedades para aplicar un tipo del 15% sobre el resultado contable y no sobre la base imponible elevaría el tipo real a asumir al 30%, frente al tipo efectivo del 23% actual que afrontaron de media las empresas españolas en 2022, según los datos de la Agencia Tributaria sobre la recaudación en dicho ejercicio publicados este jueves.

Hacienda recaudó el año pasado 32.940 millones, tras aplicar un tipo del 23% sobre la base imponible de 149.730 millones. Con su propuesta de gravar en un 15% el resultado contable prevé ingresar 10.000 millones de euros más, es decir, 43.000 millones anuales, lo que situaría el tipo real a pagar en el entorno del 30%. La Agencia Tributaria insiste, pese a recaudar 32.900 millones, que esa cifra sólo supone el 10% del resultado contable (327.200 millones).

Si Hacienda aplicase el 15% sobre dicho resultado contable de manera directa, ingresaría 49.000 millones, lo que indica que se abre a permitir determinados ajustes o exenciones en dicho resultado. De hecho, el documento que recoge el acuerdo de PSOE y Sumar indica que la reforma asegurará que se alcanzará el 15% efectivo en Sociedades sobre el resultado contable «en los términos acordados a nivel global y en la UE». Por tanto, hace referencia al pacto de la OCDE y que ya recoge una directiva europea a aprobar por todos los países para final de año, el denominado Pilar II. Este proyecto establece de un lado una tributación global mínima del 15% de modo que si una empresa tienen una participación de otra compañía en el extranjero que solo tributa allí al 10%, se puede aplicar en España el 5% restante. Pero además, permite establecer esta tributación mínima para las propias sociedades españolas.

Al respecto, Daniel Gómez, miembro del Consejo Asesor Institucional de la Aedaf, señala que la OCDE ha acordado unas normas armonizadas y que sean justas, por tanto, si Hacienda aplica este tipo debe permitir ajustar en el resultado contable los dividendos obtenidos de sociedades extranjeras, las ganancias patrimoniales por ventas de participaciones fuera o los créditos fiscales por pérdidas de años previos.

Según Gómez, si lo hiciera así, el cambio no sería muy problemático para las empresas porque al final queda una cifra que se acerca más a la base imponible, sin embargo, cuestiona que se puedan recaudar esos 10.000 millones porque es mucho dinero. Una cifra más bien sacada de gravar en bruto dicho resultado contable y que supondría una doble tributación porque esos dividendos o ganancias ya han pagado en el extranjero. Si se actúa directamente contra el resultado contable, según Gómez, «se estaría gravando muy por encima de la capacidad económica de las empresas y si es contrario al principio de capacidad económica, es contrario al principio constitucional».

Por otro lado, la líder de Sumar, vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, señaló este martes para justificar la reforma que las grandes compañías pagan solo un tipo del 3% o 4% en Sociedades. Sin embargo, este tipo viene porque está comparando lo que pagan frente al beneficio bruto, sin ningún tipo de ajuste fiscal por los impuestos pagados fuera. Esta forma distorsionada de dar los datos, a la que también se ha acostumbrado la Agencia Tributaria, crea confusión. Según las estadísticas de Hacienda, la banca sólo pagó un 4,4% sobre su beneficio en 2021, sin embargo, el tipo efectivo real sobre la base imponible y ajustado a lo pagado fuera, es del 21,55%.

 

Fuente Original: El Economista

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