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La inflación acumulada desde 2008 desata una subida del IRPF que roza los 700 euros por declarante

Desde 2008 hasta finales de 2021, la inflación se ha incrementado en más de un 22% en España. Esta subida de los precios ha venido acompañada también de una subida de salarios (un 18,68% hasta 2020, según Eurostat). Pero en cambio, frente a estas variaciones de precios y salarios, la estructura del IRPF se ha mantenido (no se han adaptado tramos, bonificaciones… a la inflación). Si los salarios nominales medios suben mientras que los tramos de IRPF permanecen estáticos, el tipo efectivo medio que paga cada contribuyente aumenta aunque los salarios reales (descontada la inflación) no hayan crecido.

Por ejemplo, un trabajador que cobre 20.000 euros abona un tipo marginal del 24%. Si su salario sube por ejemplo un 6% para compensar una subida de la inflación idéntica pasaría a cobrar 21.200 euros y, en principio, amortiguaría el impacto de esa inflación.

Sin embargo esto no es así porque a partir de 20.200 euros el tramo de IRPF salta del 24% al 30%, de modo que el contribuyente tendría que tributar un 37% por 1.000 de los 1.200 euros que le ha subido el sueldo. Si por el contrario se ajustasen los tramos a la inflación, ese siguiente tramo no empezaría hasta los 21.412 euros, por lo que el trabajador seguirá abonando el mismo tipo efectivo (que antes de la subida salarial) y el mismo tipo marginal del 24%, conservando su poder adquisitivo.

Deducciones, bonificaciones…

Por otro lado está el impacto de la subida de la inflación en las deducciones, exenciones, bonificaciones y reducciones, quizá la más compleja de entender. Estas minoraciones de la base imponible suelen fijarse en términos nominales, de modo que una mayor inflación reduce en términos reales esas figuras disminuyendo el ahorro fiscal del contribuyente.

Además, estas deducciones, exenciones etc. al ser cantidades fijas expresadas en términos monetarios, suelen beneficiar en mayor medida (en términos relativos) a los contribuyentes con menor renta. «De modo que por un lado reduce en términos reales los mínimos exentos y reducciones aplicadas en la cuantificación de la base liquidable. Por otro lado, desvirtuando la magnitud de las rentas reales sometidas a gravamen», destaca José Félix Sanz, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, autor del trabajo.

Más de 14.000 millones desde 2008…

En un nuevo trabajo, José Félix Sanz completa el estudio publicado hace unas semanas (solo calculaba el impacto de la inflación de 2020 en el IRPF que pagaremos en 2021) agregando el cálculo de la rémora fiscal que tiene su origen en la inflación acumulada entre 2008 y 2020. Se confirma que el coste total de la rémora fiscal durante 2021 ascenderá a 14.379 millones de euros (698 euros por declarante), de los que 4.110 millones procede de la tasa de inflación del 6,5% de 2021 y el resto (10.269 millones) a la inflación acumulada entre 2008 y 2020. «En consecuencia, las cuotas del IRPF que pagaremos en 2021 tendrán un origen puramente nominal no sólo por la inflación de 2021 sino también por la inflación acumulada entre 2008 y 2020», asegura este experto.

 

Entre 2008 y 2020, los precios han presentado una tendencia de gran estabilidad. En esos doce años, la inflación solo se incrementó en España un 12%, lo que ha enfriado la demanda social a la hora de reclamar un sistema impositivo que se actualice con la evolución de la inflación de forma frecuente. Por ejemplo, entre 1970 y 1982 (muchos análisis comparan la situación actual con la de esa década), la inflación se incremento más de un 450%.

La estabilidad de precios de los últimos años ha dejado en un segundo plano este fenómeno que se conoce como ‘progresividad en frío’. José Félix Sanz explica que «este tipo de progresividad tiene la peculiaridad de pasar relativamente desapercibida ya que supone una subida impositiva encubierta que no necesita de acciones discrecionales por parte del gobierno». En un entorno de baja inflación y de moderación salarial pasa aún más desapercibida.

…De los que 4.110 millones son solo de 2021

Sin embargo, el fuerte despertar de la inflación en 2021 y su prolongación durante 2022 ha devuelto a la vida este debate. En un estudio del mismo autor publicado hace pocas semanas se cifró en 4.110 millones de euros (199 euros de media por declaración) el incremento de la factura impositiva que provocará la inflación a cierre de 2021 en el IRPF.

Jorge Onrubia, Profesor Titular de Hacienda Pública de la Universidad Complutense de Madrid e investigador de FEDEA, explicaba hace unas semanas en declaraciones a elEconomista que «la necesidad de ajustar la estructura del IRPF a la inflación, en todos sus elementos, es deseable para que el impuesto distribuya su carga de forma equitativa», asegura Onrubia.

Este economista señalaba que si cuando se aprobaron estos elementos el reparto de la carga era el que se consideraba justo (tanto en términos de equidad vertical como horizontal), todos estos desplazamientos del gravamen efectivo van a dar lugar a un nuevo reparto de la carga, que no tendrá en cuenta la capacidad de pago real, sino la nominal, con la consecuente pérdida de equidad vertical (como crece el tipo medio efectivo al aumentar la renta) y horizontal (tratamientos similares a contribuyentes con capacidades de pago reales similares, ya que no todas las categorías de renta tendrán el mismo impacto de la inflación).

Fuente Original: El Economista

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