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El pluriempleo suma cerca de 800.000 afiliados ‘fantasma’ a la Seguridad Social

El número de trabajadores que tiene que tiene más de un empleo se sitúa en niveles históricos tras la aprobación de la reforma laboral. Pero este va más allá cuando se extrapola a los datos de afiliación a la Seguridad Social. Y es que la pluriactividad sumó 778.936 afiliaciones ‘extra’ en 2022 que en realidad no corresponden a un individuo, sino a los múltiples trabajos que compagina un pluriempleado. Suponen un 3,9% del total de las registradas el máximo de la serie histórica. E implica, entre otras cosas, que el número medio de personas dadas de alta en la Seguridad Social como trabajador se mantenía por debajo de los 20 millones el pasado año.

Los datos no provienen de las estadísticas que cada mes da a conocer el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que no desglosan los datos de pluriactividad. Se encuentran en el Anuario de Estadísticas Laborales que publica el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Un informe que aporta una valiosa información sobre el pluriempleo en el primer año tras la aprobación de la reforma laboral. Aunque no recoge la evolución seguida en 2023, si confirma un intenso repunte que , según señalan otras estadísticas, como la Encuesta de Población Activa (EPA), se habría acelerado en los meses siguientes.

El Anuario hace hincapié en una cuestión básica pero que se suele pasar por alto en el análisis mensual de los datos: ‘afiliado’ no es sinónimo de ‘trabajador’. El número de afiliados «no se corresponde necesariamente con el de trabajadores, sino con situaciones que generan obligación de cotizar«. Es decir, que la misma persona se contabiliza «tantas veces como situaciones de cotización tenga», ya sea porque tiene «varias actividades laborales en un régimen o en varios». En otras palabras, el pluriempleo genera ‘afiliaciones extra’ que no se corresponden con individuos ocupados.

No es una situación nueva ni se haya producido por un cambio estadístico de ningún tipo. Lo Es decir, en ningún caso cabe acusar al Ejecutivo de ‘maquillar’ los datos ni por acción ni por omisión. El Gobierno recalca que en cualquier caso que esta ‘distorsión’ es limitada porque «estas situaciones de pluriempleo y pluriactividad solo representan el 4% del total de afiliados«.

Pero suponen el máximo el máximo de la serie histórica, tras registrar el mayor incremento interanual en términos absolutos: 55.632. En términos porcentuales equivale al 7,7%, y habría que remontarse a 2007, antes del inicio de la Gran Recesión, para encontrar un repunte mayor. Aunque entonces las afiliaciones solo llegaban a 575.128.

Además, estos datos presentan un impacto adicional. Y es que las cifras de pluriempleo pueden usarse para calcular el número medio de personas dadas de alta en lugar de la media de ‘afiliados’, que es la habitual. Para ello, explica el Anuario, basta con restar su número del total de afiliación. Esto arroja una cifra de 19,33 millones de personas en alta..

Es una cifra histórica: se trata de la primera vez que se supera el umbral de los 19 millones. Pero este récord ‘empaña’ el hecho de que 2022 fue también el primer ejercicio en el que se superó la cota psicológica de los 20 millones de afiliados. Un hito que el Gobierno explotó en su momento sin precisar el efecto del pluriempleo que rondaba las 800.000 «situaciones que generan obligación de cotizar» pero no aportan personas trabajadores netos.

El 47% tendrían más de dos empleos

Paradojicamente, esta operación no permite estimar cuántas de estas personas trabajadoras son pluriempleadas y cuentan como afilados más de una vez. Para eso hay que recurrir a la EPA, que en 2022 arrojó una media anual de 527.300. En 2023 va por 561.800 (media del primer y segundo trimestre) aunque en el segundo ya ha alcanzado un récord de 588.300 (un 2,8% sobre el total de ocupados).

En cualquier caso, como ocurre con las afiliaciones, se trata de un crecimiento continuado, si bien también hay cierta volatilidad trimestral: por ejemplo, en el tercer trimestre, coincidiendo con el verano, los pluriempleados suelen caer. De ahí que para la comparativa con los datos del Anuario sea más oportuno utilizar la media anual.

Aunque habitualmente los datos de ocupación de la EPA superan los de afiliación (lo cual según los expertos puede deberse a cierto margen de empleo sumergido no cotizado), en el caso del pluriempleo sucede lo contrario. Lo cual es lógico si tenemos en cuenta que muchos de estos ocupados tienen más de un empleo extra.

Si los datos del INE arrojan 527.300 ocupados con un segundo empleo, las afiliaciones extra serían como mínimo otras 527.300, contando con que solo tiene un segundo empleo. Pero las afiliaciones registradas son un 47% más, 778.936. Es decir, estaríamos hablando de más de que cerca de la mitad de los pluriempleados no tiene solo un segundo, sino también un tercer empleo. Un nivel que en toda la serie histórica solo se ha alcanzado en 2002.Es decir, eso supone que no solo hay más pluriempleados, sino que compaginan más trabajos que en los últimos veinte años.

Aunque hay que tener en cuenta que esta es una estimación aproximada. La Seguridad Social, que tiene todos los datos de cotizantes, puede realizar un informe mucho más pormenorizado y, seguramente, acertado de la casuística del pluriempleo. No solo por la expectación que genera el asunto, sino porque según la mayoría de los expertos laborales, el pluriempleo es una fuente de economía sumergida. De hecho, como ya contamos en elEconomista.es, el polémico cambio de la jornada laboral compaginando más de un empleo que acaba de aprobar Grecia es una estrategia para aflorar trabajos no cotizados, ante las exigencias de Bruselas.

Pluriempleo de profesores y sanitarios

Los datos de Seguridad Social muestran que la mayoría de las afiliaciones en pluriempleo, el 72%, proviene de asalariados que compaginan un trabajo (o trabajos) por cuenta ajena. El resto son casos en los que la segunda actividad es como autónomo. Aunque el peso del pluriempleo en cada régimen varía: así, el 3,1% de las afiliaciones al Régimen General (donde cotizan la mayoría de los asariados) proviene de la pluriactividad, mientras que en el caso de los autónomos llega al 6,4%.

Por actividades, destaca la educación: el 20% de las afiliaciones proviene de estos profesionales, aunque solo un tercio de ellas se desarrolla en el mismo sector. Las demás se reparten entre otros empleos, especialmente en servicios sociales y sanitarios o actividades profesionales (de investigación o consultoría).

Les siguen actividades administrativas y servicios auxiliares y las sanitarias y de servicios sociales, ambas en el entorno del 17,6%. Por el contrario, la hostelería, considerado uno de los sectores más precarios, solo aporta un 14% al pluriempleo. Aunque en este análisis hay que precisar que el 18% de las actividades de pluriempleo no están adscritas a ninguna rama de actividad.

En cualquier caso, los datos confirman que la calidad del empleo en la educación y la sanidad está por debajo de la media, lo que explica que sean estos profesionales entre los que más se ven abocados al pluriempleo, pese a que su cualificación se considera merecedora de mayor estabilidad laboral.

Fuente original: El economista

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