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El dato de paro se queda obsoleto: el desempleo afecta al 18% de la población activa

La tasa de paro se ha quedado vieja para seguir siendo un indicador fiable de la evolución del mercado de trabajo. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) maneja que hay un 18% de la población activa que quisieran trabajar o tener una jornada laboral más larga. Desde Bruselas apuntan a que hay dos millones de personas que se encuentran en esta situación.

La tasa oficial de paro se sitúa en el 12,8%, que recoge a tres millones de personas desempleadas, según la EPA. Pero la estadística del INE se deja por el camino muchos trabajadores que podrían elevar las cifras a cinco millones de personas, en un concepto amplio del término. La AIReF, el organismo fiscalizador de las Administraciones Públicas, calcula que la tasa de trabajadores infrautilizados, que incluye a los parados oficiales, personas que se encuentran en Erte o trabajadores con empleo a tiempo parcial que quieren trabajar más horas, llega al 18% de la población activa. 

Según fuentes del organismo, el indicador de paro tradicional ha dejado de reflejar la realidad del mercado laboral. Los registros del SEPE y la EPA no registran toda la población que estaría en disposición de trabajar. Los técnicos de la AIRef para tener la foto completa del mercado de trabajo ha comenzado a utilizar otras fuentes de información, que abarque, por ejemplo, los nuevos modelos de empleo de escasas horas de trabajo diaria y que se quedan fuera de las grandes estadísticas.

Por ejemplo, Eurostat si recoge en sus cifras oficiales la fuerza laboral infrautilizada y eleva la tasa de parados a un 21%, prácticamente cinco millones de personas, que están desempleadas o que les gustaría trabajar más horas, lo que se conoce como subempleo. La estadística europea calcula que añadir 1,07 millones de desempleados desanimados y 1,1 millones de subempleados. Se trata del porcentaje más elevado de la UE. 

Técnicamente, para que la estadística en España considere a una persona parada, tiene cumplir con el requisito administrativo de estar registrado en el SEPE y estar en disposición de una incorporación inmediata al puesto laboral, lo que hace que millones de desempleados se pierdan en las estadísticas de demandantes de empleo. 

Para AIReF es importante conocer el espectro amplio de parados, «personas que quieren trabajar y que no trabajan o lo hacen pocas horas», para el desarrollo de políticas eficaces de empleo. Y también que se puede hacer mayor esfuerzo para medir las horas trabajadas como un buen indicador del mercado de trabajo. «Cada vez se hace más necesario disponer de información de alta frecuencia para medir la evolución de la situación económica y los cambios de comportamiento que se están registrando», dicen.

Desde que entró en vigor la última reforma laboral de Yolanda Díaz, las cifras de empleo y paro se han convertido en objeto de polémica. Think thanks como Fedea o BBVA Research apuntan que la figura del fijo discontinuo, que ha crecido a costa de trabajadores con empleo temporal, esconde más de medio millón de parados, que mantienen contrato laboral, pero no trabajan de forma efectiva.

Fuentes de la AIReF, aseguran que es pronto para sacar conclusiones del impacto en el mercado laboral, pero desde hace años está ocurriendo varios fenómenos que apuntan a una reducción de las horas trabajadas. El pasado mes de febrero, el Banco de España publicó un extenso informe, al respecto. La jornada laboral media por trabajador ha pasado de 37 horas de 1987 a las 31,8 horas de 2019.

Fuente Original: El Economista

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