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CEOE y sindicatos cuestionan los nuevos planes de pensiones de Escrivá

La jefa de Área de Seguridad Social e Igualdad de la CEOE, Olimpia del Águila, el secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, y el secretario confederal de UGT, Fernando Luján, han cuestionado este lunes la reforma de las pensiones del Gobierno por sus deficiencias y su modo de implementación. Sobre el foco del problema, señalan la falta de convivencia de los planes de pensiones de empleo y los individuales, además de los salarios «bajos e insuficientes».

Los representantes de los agentes sociales han participado este lunes en la Jornada Pérez-Llorca-CEOE: ‘Planes de pensiones de empleo: promoción de la previsión social empresarial’, en la que han criticado la manera de abordar el diálogo social y la visión del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones al respecto.

Del Águila ha lamentado que el diálogo social se planteara desde «la fragmentación» de la reforma de pensiones, ya que, en su opinión, debería haberse presentado «la foto completa» de los tres pilares del sistema de pensiones: la Seguridad Social, los planes de empresa y los planes privados.

«Entre pilares se tienen que llevar bien, porque es un sistema. Se necesita hablar entre ellos, con una visión integral, holística, del sistema, y esto desde el principio no aparece», ha manifestado la jefa de Área de Seguridad Social e Igualdad de la CEOE.

También ha señalado que el impulso de los planes de empresa que pretende el Gobierno pasa por un «estrangulamiento» del tercer pilar, al trasvasar los fondos del tercero al segundo.

Del Águila considera que la reforma de las pensiones se aleja de un «modelo multipilar», ya que «ningunea» al tercer pilar. Desde UGT, Luján también comparte «cierta insatisfacción» con el modelo del Ministerio y sus «deficiencias» y, al igual que Del Águila, cree que debería haberse abordado «con un carácter mucho más en conjunto, con el pilar uno, dos y tres».

El secretario confederal de UGT ha apuntado a la cuestión salarial como otro de los problemas para afrontar la reforma del sistema de pensiones, ya que estos resultan «bajos e insuficientes». «No podemos hablar de previsión social complementaria si no tenemos salarios dignos», ha insistido Luján.

Entre las preocupaciones de UGT también se encuentra el fomento del segundo pilar, ya que cada vez son menos los trabajadores protegidos con un plan de empresa, lo que evidencia que el modelo anterior «no estaba funcionando».

«El Ministerio tampoco ayuda mucho, porque existe desde 2003 una especie de sistema social complementario en las Administraciones Públicas, pero casi lo podemos definir como un impulso de previsión social pero sin generación de derecho, porque se están congelando las aportaciones. Parece que se quiere revitalizar, pero no estaría de más que el Estado diera ejemplo», ha comentado.

Luján ha defendido que el impulso del segundo pilar «tiene un efecto protector sobre los salarios más modestos», ya que el tercero apuntaba a «las rentas más altas». «El desplazar el tercero al segundo nos parece una buena medida», ha agregado.

Inconformidad

El secretario de Protección Social y Políticas Públicas de CCOO, Carlos Bravo, ha reconocido que «nadie está muy conforme» con la reforma del Ministerio, y ha citado, en concreto, el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), sustituto del factor de sostenibilidad.

No obstante, Bravo ha defendido el sistema público de pensiones y ha subrayado que es un error pensar que el sistema complementario puede sustituirlo. CCOO comparte la apuesta por el segundo pilar pero, como UGT, ve que «las aportaciones medias son muy bajas».

«Tiene un componente regresivo que favorece a las rentas más altas, que puede renunciar a renta inmediata para ahorrar y beneficiarse», ha expuesto Bravo, que también ve un problema en los bajos salarios.

Para Bravo, el objetivo es «extender» ese segundo pilar, pero eso requiere «un crecimiento salarial generalizado». «La subida del SMI ayuda al sistema complementario de pensiones. Cuando uno tiene las necesidades cubiertas, valora más los sistemas complementarios», ha insistido.

En su opinión, el planteamiento de la Seguridad Social con los planes de empresa «es un poco voluntarioso» y cree que «tiene más sentido lo que se pactó en 2004», con una aportación del 0,5% «adicional y finalista».

«El mensaje de que pongan dinero ellos (los trabajadores) no es muy rentable. Colocas el foco, dices que apuntas a ese colectivo y luego no lo haces. Tiene más sentido lo que se hizo con el PP y el PSOE en Función Pública, que fue adicionar», ha asegurado Bravo.

Fuente Original: El Economista

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